La importancia del diseño de logotipos

El diseño de logotipos es una tarea más complicada de lo que a priori pueda parecer. Un logotipo no es un dibujo al azar que pueda realizar un vecino o amigo sin los suficientes conocimientos profesionales. Tampoco lo es un diseño demasiado complicado en el que existen muchos elementos y colores que pueden resultar cargantes. Un buen logotipo es mucho más que eso.

Logotipo se denomina vulgarmente a todo un concepto que realmente está compuesto de varias partes con significados diferentes. Existen básicamente dos conceptos prioritarios:

El Logotipo: este término es a menudo utilizado de manera errónea, se usa cuando en realidad nos estamos refiriendo a una marca o Imagotipo. El logotipo es exactamente la formación de una o varias palabras únicamente. No podemos hablar de logotipo a la identificación con un símbolo o icono acompañado de un texto. El logotipo es exclusivamente la tipografía.

Logotipo Zara

El Isotipo: este elemento gráfico es el que corresponde a la parte simbólica de la marca. Un buen Isotipo es aquél que se asocia con facilidad a la actividad de la marca a la que representa. La marca debe poder ser reconocible a través de este símbolo cuando aparece sólo.

Algunos buenos ejemplos de Isotipo son la manzana de Apple o el caballo rampante de Ferrari.

Logotipos Apple y Ferrari

También existen otros conceptos como Imagotipo: símbolo + texto diferenciados entre si; o Isologo: símbolo + texto combinados en un sólo elemento indivisible. El logotipo del canal Cuatro es un buen ejemplo de Isologo.

Logotipo Cuatro

Aún así y para entendernos, nosotros seguiremos llamando logotipo al grafismo que representa a una marca.

A la hora de diseñar logotipos hay que tener en cuenta algunos criterios importantes. Un logotipo representará a la empresa en multitud de ámbitos comerciales: en la firma de e-mails, tarjetas de visita, página web, folletos publicitarios, rótulos, etc. Y en todos ellos debe poder reproducirse en cualquier circunstancia sin perder ninguna de sus propiedades. Debe poder plasmarse sin problemas en blanco y negro, en un vinilo para el escaparate o bordado en un uniforme. Por ello es aconsejable que sea simple, sin demasiados adornos. La mente humana tiende a simplificar las cosas, recordará más cuanto menos le pidas que lo haga: ‘Menos es más’ dijo Ludwig Mies van der Rohe.

Pero un logotipo sencillo no significa que no pueda ser original y atractivo, precisamente es la combinación de simpleza y originalidad lo que hace que este objetivo sea una ardua tarea. Además, para conseguir que el logotipo que diseñemos sea efectivo debe tener un carácter único, no debe parecerse demasiado a ningún otro, y menos si pertenece a la competencia. También debe ser lo suficientemente consistente para que pueda perdurar sin problemas al paso del tiempo. No hay que caer en la tentación de diseñar un logotipo a la moda del momento y arriesgarse a que dentro de un tiempo quede obsoleto.

El logotipo es la ventana de la marca al mundo, por ello es fundamental toda la dedicación posible a su desarrollo.

Empresas especializadas en el diseño de logotipos y desarrollo de identidad corporativa suelen ofrecer soluciones muy satisfactorias.